martes, 4 de octubre de 2011

TEMA 4. Sistema oseo y articular (continuacion)

SISTEMA ÓSEO
La osteología es la rama de la anatomía que estudia los huesos.
El sistema óseo está formado por un conjunto de estructuras sólidas compuestas básicamente por tejido óseo, que se denominan huesos.
Los huesos cumplen tres funciones fundamentales: proporcionar sostén al organismo, constituir los segmentos móviles del sistema de palancas configurado junto a las articulaciones y músculos, brindar protección a los órganos y tejidos internos. Otras funciones importantes de los huesos son participar en el metabolismo de diversos minerales, como el calcio o el fósforo, y en la formación de la sangre, proceso en el que está involucrada la médula ósea interior de algunos huesos. El esqueleto humano cuenta con aproximadamente 208 huesos. Esta cifra no es constante porque algunas personas poseen algunos pequeños huesos, conocidos como supernumerarios, que se localizan en el cráneo o en los dedos.
Los huesos son de variadas formas y tamaños: largos, planos, cortos, esponjosos y compactos. Cada hueso cumple una función especial en el sistema. Los huesos no son estructuras lisas, presentan protuberancias y partes rugosas.
Un esqueleto interno consiste en estructuras rígidas o semirrígidas dentro del cuerpo, que se mueven gracias al sistema muscular. Si tales estructuras están mineralizadas u osificadas, como en los humanos y otros mamíferos, se les llama huesos. Otro componente del sistema esquelético son los cartílagos, que complementan su estructura. Los huesos y otras estructuras rígidas están conectadas por ligamentos y unidas al sistema muscular a través de tendones.
Los huesos desempeñan funciones importantes entre las cuales se pueden mencionar las siguientes.
1) Función de sostén. El esqueleto constituye un armazón donde se apoyan y fijan las demás partes del cuerpo, pero especialmente los ligamentos, tendones y músculos, que a su vez mantienen en posición los demás músculos del cuerpo.

2) Locomoción. Los huesos son elementos pasivos del movimiento, pero en combinación con los músculos permiten el desplazamiento, ya que les sirven de punto de apoyo y fijación.

3) Protección. En muchos casos los huesos protegen los órganos delicados como en el caso de los huesos del cráneo, que constituyen una excelente protección para el encéfalo; la columna vertebral y las costillas protegen al corazón y los pulmones; las cavidades orbitarias protegen a los ojos; el hueso temporal aloja al oído, y la columna vertebral protege la médula espinal.

4) Hematopoyesis. En la médula roja de los huesos largos se producen los glóbulos rojos y en menor cantidad linfocitos y monocitos.


SISTEMA MUSCULAR
El sistema muscular desempeña un papel importante en las funciones de relación de nuestro organismo, pues interviene en la movilidad y desplazamiento.
La miología es la rama de la anatomía que estudia los músculos.
El sistema muscular está constituido por órganos llamados músculos que están formados por haces de células de forma alargada llamadas fibras musculares, las cuales son contráctiles, es decir, pueden encogerse cuando reciben un estímulo y, además, son elásticas, lo cual significa que cuando cesa el estímulo se alargan de nuevo hasta adquirir su posición original.
Existen músculos largos (en las extremidades), anchos (tórax) y cortos (cabeza).
La función que tienen depende del tipo de fibra que contengan mayoritariamente:

1. Fibras musculares estriadas, éstas hacen que la contracción sea sumamente rápida y puede ser controlada a voluntad por la persona. Estos músculos se encuentran unidos a huesos y al contraerse hace que el conjunto se desplace, así se logra el movimiento de las extremidades.

2. Fibras musculares lisas, la contracción de estas es lenta y el movimiento que producen es involuntario. Estos músculos intervienen en la actividad motora del estómago, intestino, y otros órganos internos, con excepción del corazón., el cual está constituido por un tipo especial de fibras musculares que le permiten un movimiento espontáneo, rítmico e independiente de la voluntad, aunque la frecuencia de su ritmo se puede ver alterada por factores externos como la temperatura o un reacciones cerebrales.
Los músculos esqueléticos realizan dos acciones: contracción y relajación. Al ser estimulado el músculo por un impulso motor, éste se contrae; cuando el impulso se discontinua, el músculo se relaja. Los diferentes tipos son:
Isotónica: es el tipo de contracción muscular más familiar, y el término significa la misma tensión. Como el término lo expresa, significa que durante una contracción isotónica la tensión debe ser la misma a lo largo del total de la extensión del movimiento.

Concéntrica: Se refiere a las contracciones en las cuales la longitud de los músculos se acortan. A la contracción concéntrica también se la conoce como contracción positiva.

Excéntrica o contracción negativa: Se refiere a lo opuesto al proceso de la contracción concéntrica, retornando los músculos hacia el punto original de la partida. Las longitudes de los músculos aumentan ante el incremento del ángulo muscular liberando una tensión controlada.
Tanto las contracciones concéntricas como las excéntricas son realizadas por los mismos músculos.

Isométrica o estática: se refiere al tipo de contracción en la cuál el músculo desarrolla una tensión sin cambiar su longitud.

Isokinétíca: se define como una contracción con una velocidad constante durante todo el rango del movimiento.

Los músculos tienen las siguientes propiedades:
1. Excitabilidad
2. Contractilidad
3. Elasticidad

4. Producen calor y controlan la homeostasis
NOMENCLATURA DE LOS MÚSCULOS
Teniendo en cuenta su forma, basada en las tres dimensiones fundamentales que todo cuerpo tiene en el espacio: largo, ancho y corto.
· Por el parecido de su forma con alguna figura geométrica u objeto conocido: triangular, cuadrado, romboideo, trapecio, piramidal, redondo, serrato, etc.
· Por el número de cabezas o inserciones de origen: bíceps, tríceps y cuádriceps.
· Por el número de colas o inserciones terminales: bicaudal, tricaudal o policaudal.
· Por el número de vientres, digástrico y poligástrico.
· Por la dirección de sus fibras en relación con el cuerpo: recto, oblicuo, transverso, orbicular (circular).
· Por la disposición de sus fibras con sus tendones, que recuerdan la forma de una pluma: peniforme y semipeniforme.
· Por su localización: superficial-profundo, lateral-medial, externo-interno.
· Por la acción muscular que realizan: agonistas, antagonistas y sinergistas.
· Por el tipo de movimiento que provocan en los huesos y que se realizan alrededor de los ejes fundamentales de las articulaciones: flexores-extensores, abductores-aductores, rotadores, etc.
La capacidad de trabajo de los músculos es limitada, por lo que se ocasiona la fatiga.
La fatiga muscular es causada principalmente por los efectos de la acumulación de desechos (como óxido de carbono, ácido láctico y fosfato ácido), y por la disminución o pérdida notable de alimentos y oxígeno.
Las bolsas serosas son sacos de tejido conectivo revestidos de una membrana sinovial, la cual produce el líquido sinovial que funciona como lubricante y amortiguador. Cuando se inflaman las bolsas serosas producen bursitis.

Las funciones del sistema muscular son:
· Movimiento
· Postura y forma del cuerpo humano
· Producción de calor


SISTEMA ARTICULARLa artrología es la rama de la anatomía que estudia las articulaciones.
Las articulaciones son las partes de contacto entre los huesos, o la unión de dos o más huesos.
Su función es hacer que las partes del cuerpo se muevan, o que permanezcan fijas, contribuyendo a la conservación de la homeostasis, y en general, a la supervivencia.

Clasificación estructuralLas articulaciones se pueden clasificar según el tejido del cual están formadas, como se muestra a continuación:

Sinoviales, diartrosis o móviles
Permiten realizar una amplia gama de movimientos. Las sinoviales a su vez se dividen en subarticulaciones:

Articulaciones Uniaxiales: 
Permiten movimiento en un solo eje.

Articulaciones en bisagra, gínglimo o troclear:
Las articulaciones en bisagra son articulaciones sinoviales donde las superficies articulares están moldeadas de manera tal que solo permiten los movimientos en el eje per lateral (plano mediano o sagital) y solo pueden realizar dos tipos de movimientos flexión y extensión. Por ejemplo, el codo, articulación húmero-cubital (húmero-ulnar), la rodilla, fémur tibial y en los dedos, en la articulación entre las falanges proximales y medias y las falanges medias y distales.
Articulaciones en pivote o trocoides o trochus:
Son articulaciones sinoviales donde las superficies articulares están moldeadas de forma parecida a un pivote y sólo permiten movimientos en el eje longitudinal y los únicos movimientos permitidos son los movimientos de rotación lateral y rotación medial. Por ejemplo del cuello, atlantoaxial o también llamada atlantoaxil (atlas-axis), del codo (radio-cubital o radio-ulnar proximal). La pivotante del cuello permite voltear la cabeza y la del codo permite torcer el antebrazo.

Articulaciones Multiaxiales:
Permiten los movimientos en 3 o más ejes o planos:
Articulaciones esféricas o enartrosis:
Tienen forma de bola y receptáculo y se caracterizan por el libre movimiento en cualquier dirección, como por ejemplo, la cadera-coxofemoral y el hombro-humeroescapular.

Articulaciones Biaxiales:
Permiten movimiento alrededor de 2 ejes.
Articulaciones planas, deslizantes o artrodias:
Son articulaciones sinoviales que se caracterizan porque sus superficies articulares son planos y sólo permiten movimientos de deslizamiento.
Articulaciones en "silla de montar" o de "encaje recíproco":
Reciben su nombre porque su forma es similar a la de una silla de montar. Por ejemplo, la que está entre el primer metacarpiano y el hueso del carpo (articulación carpo metacarpiana del pulgar).

Articulaciones condiloideas o elipsoidales:
Se forma donde dos huesos se encuentran unidos de forma irregular y un hueso es cóncavo y otro convexo.

 Fibrosas, sinartrosis o inmóvilesRepresentación de un disco intervertebral, uno de los tipos de articulación cartilaginosa.
Estas articulaciones son uniones de huesos en las que participa un tejido fibroso, uniéndolos. La movilidad de estas articulaciones queda definida por la longitud de las fibras del tejido. A modo de ejemplo cabe citar las articulaciones de la espalda, las del sacro, las del cráneo las partes de la unión entre el parietal, occipital, frontal y temporal, algunas del tobillo y las de la pelvis. Pero las articulaciones de la columna no son del todo inmóviles, ya que son lo suficientemente flexibles como para permitir algún movimiento y mantener su papel de soporte de la columna vertebral.

Hay 3 tipos de articulaciones fibrosas:
Sindesmosis: uniones semiinmóviles, donde una membrana une a los huesos.
Suturas: pueden ser planas, dentadas o escamosas (se encuentran principalmente en el cráneo).
Esquindilesis: tipo de articulación fibrosa que se encuentra únicamente en la unión entre el vómer y la cresta del esfenoide.
Cartilaginosas, anfiartrosis o semimóvilesEste tipo de articulaciones se lleva a cabo entre cartílago y hueso, no permiten tanto movimiento como las moviles. Pueden ser sincondrosis cuando están hechas de cartílago hialino o sínfisis cuando son de fibrocartílago, son de dos tipos:
Articulaciones cartilaginosas primarias o sincondrosis, que son uniones pasajeras entre huesos por medio de cartílagos como las uniones entre partes de un mismo hueso en crecimiento.
Articulaciones cartilaginosas secundarias o sínfisis, que son uniones cartilaginosas entre dos huesos por un cartílago muy robusto muy poco movibles y definitivas. Ejemplo: sínfisis púbica

Clasificación funcional.Las articulaciones también pueden ser clasificadas funcionalmente, según el grado de movilidad que permitan realizar.
Diartrosis o articulaciones móvilesSon las más numerosas en el esqueleto. Se caracterizan por la diversidad y amplitud de los movimientos que permiten a los huesos. Poseen cartílago articular o de revestimiento en ambas partes de la articulación. Un ejemplo típico de diartrosis es la articulación glenohumeral, la articulación que une el húmero con la escápula. En el contorno de la cavidad glenoidea se halla el rodete marginal o rodete glenoideo. Las dos superficies articulares están unidas por la cápsula que se fija alrededor de la cavidad glenoidea de la escápula y del cuello anatómico del húmero. La cápsula está reforzada exteriormente por ligamentos extracapsulares e interiormente está tapizada por la sinovial. Son las más móviles y frágiles ya que son menos resistentes y más recubiertas.

Los movimientos varían según el tipo de diartrosis:
Enartrosis: las superficies articulares que intervienen son esféricas o casi esféricas, una cóncava y una convexa. Realizan todos los movimientos posibles en el espacio (articulación multiaxial), como por ejemplo la articulación glenohumeral y la coxofemoral.
Condilartrosis: las superficies articulares son alargadas, una convexa y una cóncava. Efectúan todos los movimientos posibles salvo el de rotación.
Trocleartrosis: las superficies articulares son una polea o tróclea y dos carillas separadas por una cresta. Ejecutan los movimientos de flexión y extensión. Por ejemplo, la articulación del codo.
Encaje recíproco: cada una de las superficies articulares es cóncava en un sentido y convexa en el otro, en forma de silla de montar. La convexidad de una superficie corresponde a la concavidad de la otra. Menos la rotación, realizan todos los movimientos, pero con poca amplitud.
Trocoides: las superficies articulares son un eje óseo y un anillo osteofibroso. Poseen un movimiento de rotación. Como el Atlas con la apófisis odontoides del Axis.
Artrodias: las superficies articulares son más o menos planas, y se deslizan una sobre otra. Poseen un movimiento noaxial con escaso desplazamiento.

Anfiartrosis o articulaciones semimóviles: Este tipo de articulaciones se mantienen unidas por un cartílago elástico y presentan una movilidad escasa, como la unión de los huesos del pubis (sínfisis del pubis), que durante el parto realiza un movimiento muy amplio, y la articulación entre los cuerpos de vértebras adyacentes.
Podemos diferenciar dos tipos:
Anfiartrosis verdaderas: Las superficies articulares se encuentran recubiertas por finos discos de cartílago hialino, disco fibroso o cartilaginoso y ligamentos periféricos. Incluyen las articulaciones de los cuerpos vertebrales, la sacro-coccígea y la sacro-vertebral.
Diartroanfiartrosis: subtipo de articulación cuyas características le colocan entre las diartrosis y las anfiartrosis debido a su posibilidad de presentar una cavidad articular dentro del ligamento interóseo, como la articulación del pubis, la sacroilíaca y la esternal superior.

Sinartrosis o articulaciones inmóviles: Estas articulaciones se mantienen unidas por el crecimiento del hueso, o por un cartílago resistente. Son articulaciones rígidas, sin movilidad, como las que unen los huesos del cráneo, o con una movilidad muy limitada, como la unión distal entre cúbito y radio.
Se subdividen a su vez en diversos tipos:
sincondrosis: el tejido que sirve de unión en la articulación es cartilaginoso, como en las articulaciones esfeno-occipital, petrostiloidea y vómero-etmoidal.
sinostosis: fusión de dos huesos al osificarse el tejido conjuntivo que los une.1
sinfibrosis: el tejido que sirve de unión en la articulación es fibroso. La forma del borde de unión de la articulación permite subdividir este tipo en cinco:
Sutura Escamosa: bordes en bisel, como se observan en la articulación parieto-temporal.
Sutura Dentada: Bordes dentados o serrados (como engranajes), como se observa en los huesos del cráneo. Por ejemplo la sutura sagital
Sutura armónica: bordes rugosos, como se observan en las articulaciones naso-nasal, naso-maxilar y ungui-maxilar.
Gónfosis: Inserción del diente en el hueso maxilar superior e inferior.La raíz del diente se inserta en los alveolos.
Esquindilesis: una superficie con forma de cresta se articula con una ranura, como sucede en la articulación del vómer con la cresta del esfenoides.

Por lo tanto las articulaciones inmóviles (Sinartrosis) se dividen en: - Suturas (en el Cráneo) - Sindesmosis (como la articulación Tibiofibular) - Gonfosis (de los dientes)

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