A) SEXUALIDAD, CONCEPTO, CARACTERÍSTICAS.
Desde la concepción, el individuo posee una identidad sexual determinada genéticamente por la presencia de cromosomas XY para el tipo masculino, y XX para el femenino.
La sexualidad permite nombrar al conjunto de las condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológicas que caracterizan a cada sexo. El término también hace referencia al apetito sexual (como una propensión al placer carnal) y al conjunto de los fenómenos emocionales y conductuales vinculados al sexo.
En la antigüedad, se consideraba que la sexualidad de los seres humanos y de los animales era instintiva. Los comportamientos sexuales, por lo tanto, estaban determinados biológicamente y todas aquellas prácticas que no estaban dirigidas a la procreación eran consideradas como antinaturales.
La sexualidad, con el tiempo, fue adquiriendo una noción social y cultural. Se sabe, en la actualidad, que ejemplares de diversas especies tienen tendencia a la homosexualidad, practican diversas técnicas de masturbación o hasta incurren en violaciones. Los seres humanos y los animales, por lo tanto, desarrollan las características de su sexualidad de acuerdo a su entorno.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sexualidad humana abarca tanto las relaciones sexuales (el coito) como el erotismo, la intimidad y el placer. La sexualidad es experimentada y expresada a través de pensamientos, acciones, deseos y fantasías.
La heterosexualidad es la condición sexual más habitual y consiste en la atracción hacia las personas del sexo opuesto. Los hombres heterosexuales se sienten atraído por las mujeres, y viceversa.
En la homosexualidad, en cambio, las relaciones se dan entre personas del mismo sexo. Otra variante de la sexualidad es la bisexualidad, donde el individuo se siente atraído tanto por personas del sexo opuesto como del mismo sexo.
B) INTEGRACIÓN DE FUNCIONES DE REPRODUCCIÓN, SEÑALANDO LA PARTICIPACIÓN DE LOS SISTEMAS GENITALES MASCULINO Y FEMENINO Y DEL ENDOCRINO
SISTEMA REPRODUCTOR MASCULINO
El sistema reproductor masculino está conformado por una parte visible (externa) y otra oculta en el interior del cuerpo. Las partes visibles son el pene y el escroto. Este último es una bolsa de piel que cuelga de la región pelviana y que aloja a los dos testículos. Ocultos en el interior del cuerpo están la glándula prostática, las vesículas seminales, los conductos deferentes o espermáticos y los conductos eyaculadores.
Los testículos son las glándulas encargadas de producir los gametos masculinos o espermatozoides y las hormonas sexuales masculinas. De color blanquecino, superficie lisa y forma ovalada, se encuentran suspendidos en la bolsa escrotal por los cordones espermáticos. El testículo izquierdo está a un nivel más bajo que el derecho. Están formados por numerosos lóbulos testiculares, aproximadamente 250, separados entre sí por tabiques, que confluyen en un ovillo o reti testis, del que salen unos conductos enrollados, llamados túbulos seminíferos, que continúan hasta el epidídimo.
En las paredes de los túbulos seminíferos existen dos tipos de células: las seminales, que dan origen a los espermatozoides, y las células de Sertoli, que se encargan de sostenerlos y nutrirlos.
Entre los túbulos hay unas células intersticiales o de Leydig, encargadas de segregar las hormonas sexuales masculinas.
Los epidídimos son las estructuras en forma de C ubicadas detrás de cada testículo, donde maduran y almacenan los espermatozoides.
Los conductos deferentes comienzan en la parte inferior de la cola del epidídimo, acompañados de arterias, venas, vasos linfáticos y nervios, formando el cordón espermático que se introduce en la cavidad abdominal. Desembocan en dos dilataciones en forma de bolsa, ubicadas entre la base de la vejiga y el recto: las vesículas seminales. Estas se encargan de elaborar una secreción azucarada que proporciona energía al espermatozoide, y constituye la mayor parte del semen o líquido seminal.
Desde las vesículas seminales surgen los conductos eyaculadores, que desembocan en la uretra a nivel de la próstata. Esta última glándula, del tamaño de una castaña, rodea la uretra en su primera parte. Está formada por dos lóbulos laterales y uno intermedio, y tiene de 10 a 32 unidades glandulares insertas en una masa de tejido muscular liso y conectivo denso.
La glándula prostática secreta un líquido lechoso que también constituye el semen, y que contiene una sustancia estimulante de los espermatozoides. Este fluido es descargado en la uretra durante la eyaculación.
La uretra se encarga de expulsar la orina y el semen desde el interior del cuerpo masculino. Está compuesta por tres partes: una ancha y dilatable que pasa a través de la próstata; otra membranosa, más corta y estrecha que la anterior, rodeada por haces de fibras musculares estriadas, que forman el esfínter -músculo circular que, al contraerse, cierra un orificio natural- de la uretra; y la parte esponjosa, rodeada por el cuerpo esponjoso del pene, que es la más larga.
En la raíz del pene se encuentran las glándulas bulbouretrales o de Cowper. Son dos órganos que vierten a la uretra un líquido viscoso que protege su interior de los residuos de la orina.
El pene es el órgano encargado de depositar los espermatozoides en el interior del cuerpo de la mujer. En su interior se encuentra la parte final de la uretra y un sistema de erección formado por tejido cavernoso. En términos generales, el pene se compone de una raíz, un cuerpo y un extremo denominado glande, cubierto por una porción de piel llamada prepucio, al que se une por un tirante de piel llamado frenillo prepucial.
SISTEMA REPRODUCTOR FEMENINO
El aparato reproductor femenino es el sistema sexual femenino. Junto con el masculino, es uno de los encargados de garantizar la reproducción humana. Ambos se componen de las gónadas (órganos sexuales donde se forman los gametos y producen las hormonas sexuales), las vías genitales y los genitales externos.
Partes del aparato reproductor femeninoEl sistema reproductor femenino está compuesto por:
Órganos internos
Ovarios: son los órganos productores de gametos femeninos u ovocitos, de tamaño variado según la cavidad, y la edad; a diferencia de los testículos, están situados en la cavidad abdominal. El proceso de formación de los óvulos, o gametos femeninos, se llama ovulogénesis y se realiza en unas cavidades o folículos cuyas paredes están cubiertas de células que protegen y nutren el óvulo. Cada folículo contiene un solo óvulo, que madura cada 28 días, aproximadamente. La ovulogénesis es periódica, a diferencia de la espermatogénesis, que es continua.
Los ovarios también producen estrógenos y progesteronas, hormonas que regulan el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, como la aparición de vello o el desarrollo de las mamas, y preparan el organismo para un posible embarazo.
Tubos uterinos o trompas de Falopio: conductos de entre 10 a 13 cm que comunican los ovarios con el útero y tienen como función llevar el óvulo hasta él para que se produzca la fecundación. En raras ocasiones el embrión se puede desarrollar en una de las trompas, produciéndose un embarazo ectópico. El orificio de apertura de la trompa al útero se llama ostium tubárico.
Útero: órgano hueco y musculoso en el que se desarrollará el feto. La pared interior del útero es el endometrio, el cual presenta cambios cíclicos mensuales relacionados con el efecto de hormonas producidas en el ovario, los estrógenos.
Vagina: es el canal que comunica con el exterior, conducto por donde entrarán los espermatozoides. Su función es recibir el pene durante el coito y dar salida al bebé durante el parto.
La irrigación sanguínea de los genitales internos está dada fundamentalmente por la arteria uterina, rama de la arteria hipogástrica y la arteria ovárica, rama de la aorta.
La inervación está dada por fibras simpáticas del plexo celíaco y por fibras parasimpáticas provenientes del nervio pélvico.
Órganos externos
En conjunto se conocen como la vulva y están compuestos por:
Clítoris: Órgano eréctil y altamente erógeno de la mujer y se considera homólogo al pene masculino, concretamente al glande.
Labios: En número de dos a cada lado, los labios mayores y los labios menores, pliegues de piel saliente, de tamaño variables, constituidas por glándulas sebáceas y sudoríparas e inervadas.
Monte de Venus: Una almohadilla adiposa en la cara anterior de la sínfisis púbica, cubierto de vello púbico y provisto de glándulas sebáceas y sudoríparas.
Vestíbulo vulvar: Un área en forma de almendra perforada por seis orificios, el meato de la uretra, el orificio vaginal, las glándulas de Bartolino y las glándulas parauretrales de Skene.
La forma y apariencia de los órganos sexuales femeninos varía considerablemente de una mujer a otra.El ciclo menstrual constituye el periodo durante el cual el organismo de la mujer se prepara para un eventual embarazo. Comienza el primer día de la menstruación y termina el primer día de la siguiente. En general, tiene una duración promedio de 28 días, pero se considera normal entre 21 y 35 días.
Todas las mujeres normales nacen con alrededor de 300 mil óvulos en sus ovarios, que se encuentran en estado inmaduro. El inicio del desarrollo sexual durante la pubertad motiva la maduración del primer óvulo y, por lo tanto, es el comienzo del primer ciclo menstrual, situación que en promedio ocurre a la edad de 12 años y que se denomina menarquia.
Esta condición marca el inicio de la etapa fértil que se extiende hasta la última menstruación, conocida como menopausia. Durante este lapso madura un óvulo cada mes, llegando a repetirse el fenómeno alrededor de 500 veces durante toda la vida reproductiva.
El ciclo menstrual tiene dos fases, la folicular, que se extiende desde la menstruación hasta la ovulación y la lútea, que comprende el periodo postovulatorio hasta la siguiente menstruación.
REPRODUCCION
La palabra coito proviene del latín "co-iter" que significa marcha o ir en común.
El coito es la cópula o unión sexual entre dos individuos de igual o distinto sexo y de la misma o de distinta especie animal.
En los seres humanos, se considera que el coito es parte de lo que llamamos relación sexual que incluye distintos comportamientos y conductas, más o menos complejas con el objetivo de alcanzar y proporcionar placer.